La primera novela de Ana Negri, ‘Los eufemismos’, cuenta con un lenguaje poderoso para hablar del exilio y las relaciones madre-hija
Clara es la protagonista de Los eufemismos, la primera novela de Ana Negri (Ciudad de México, 1983), publicada el pasado marzo por la editorial Firmamento. Una mujer de treinta años, nacida en México, hija de padres argentinos.
Su madre representa a los miles de argentinos que se exiliaron durante la dictadura de Videla. Es una mujer que vive presa del terror, anclada a su traumático pasado, y cuya vida se desmorona de forma irremediable.
Sin pertenecerle, Clara es víctima también de la historia de su madre. Aunque no quiera, atraviesa su existencia dolorosamente. La carga emocional de su madre es su propia carga, porque el vínculo maternofilial es complejo e intenso. Cuando los eufemismos irrumpen en su vida, los papeles se invierten y se ve forzada a ser la madre de su madre.
Antes de la irrupción de los eufemismos, Clara era una estudiante de posgrado normal. Mantenía una relación estable, convivía con su pareja, y tenía proyectos profesionales.
Clara se replantea su situación sentimental y salda cuentas con la historia de persecución política y exilio de sus padres.
Una llamada inesperada le alerta de que su madre se encuentra “muy nerviosa” y le pide que vaya a buscarla. Ese “muy nerviosa” se convierte en el primer eufemismo que transforma todo. Ese “muy nerviosa” enmascara torpemente un grave problema mental que sólo ha empezado a despuntar.
Clara tiene que tomar una decisión que le permita enfrentar el futuro cercano y decidir cuál es su lugar en el mundo. Necesita curar las heridas que un pasado ajeno ha dejado en ella. En ese proceso, se replantea su situación sentimental y salda cuentas con la historia de persecución política y exilio de sus padres.
Quizás la reparación histórica, la reparación económica dispuesta por el gobierno argentino, pueda ser el camino. De algún modo, tiene que romper con la sombra de la dictadura, que ha lacrado la vida de su madre y se extiende hasta su presente.
Foto de Ana Negri. Cortesía Editorial Firmamento
La autora
Los eufemismos está escrita en tercera persona del singular, desde la perspectiva de su protagonista. Probablemente, Ana Negri ha necesitado tomar esa distancia para poder narrar una ficción con ciertos puntos concordantes con su propia vida.
Ana Negri nació el 23 de julio de 1983 en el Hospital Tehuantepec, en la Ciudad de México. Al igual que Clara, es hija de argentinos exiliados. Es escritora, editora y doctora en Estudios Hispánicos por McGill University, Montreal.
En 2018, fue becaria del programa Jóvenes Creadores del Fonca. En 2020 editó y prologó Cuerpo contra cuerpo, de Margo Glantz, para la editorial Sexto Piso. También editó y prologó Por los pueblos serranos, de Ada María Elflein (UNAM, 2021).
Negri ha participado en la antología de relatos Mexicanas II (Fondo Blanco, 2022). Ha colaborado con ensayos, crónicas y relatos en publicaciones como Oculta Lit, La Tempestad, Latin American Literature Today, Revista de la Universidad de México y Reporte Sexto Piso.
Los eufemismos es su primera novela y, hasta el momento, ha sido publicada en Chile (Los Libros de la Mujer Rota, 2020), México (Ediciones Antílope, 2021) y España (Firmamento, 2022). Durante este año será traducida al francés (Éditions Globe) y al inglés (Charco Press) lo será durante el 2023.
Aunque Los eufemismos sea su debut, la voz de Negri y sus temas resultan familiares. Salvando las distancias, parece seguir la estela de escritoras como Brenda Navarro. Navarro, en sus novelas Casas vacías (Sexto Piso, 2020) y Ceniza en la boca (Sexto Piso, 2022), trata el tema de las relaciones familiares atravesadas por el proceso migratorio. Ambas autoras ponen especial énfasis en el estilo y juegan con la cuestión del idioma, los diferentes tipos de español, que aporta riqueza a sus textos.
Clara tiene que tomar una decisión que le permita enfrentar el futuro cercano y decidir cuál es su lugar en el mundo.
La relación madre-hija
Ana Negri ha escrito una primera novela de ciento cuarenta y ocho páginas que se leen del tirón. Todo un mérito tratando temas tan incómodos como la dictadura argentina, la tortura, el exilio, las relaciones materno-filiales y la memoria.
En Los eufemismos, el lector es testigo del pensamiento de una mujer escapista, hija de una madre perseguida. El personaje de la madre está muy bien caracterizado por los cigarrillos que consume compulsivamente y por los besos babosos que da a su hija. Ésta, asqueada, se limpia siempre la cara después de que su madre la bese.
El pasado de la madre daña, las separa y aleja cada vez más. La atmósfera hostil en la que naufraga Clara está muy lograda, así como la enajenación y el pánico de la madre. Clara quiere ayudar a su madre, quiere comprenderla y tranquilizarla. Pero también se enfada con ella, con la situación, se desespera, porque los vínculos madre-hija son complejos e intrincados. Las conversaciones entre Clara y su madre nos hacen recordar a Vivian Gornick y su genial Apegos feroces.
En Clara hay rabia e impotencia ante la injusticia de cargar con el peso de algo que ni siquiera vivió. Ama a su madre, pero no le corresponde a ella soportar esa losa. En el fondo de toda la novela, subyace el tema de la identidad, muy bien hilado con la cuestión de la lengua.
Cubierta de libro
Lengua e identidad
La protagonista odia su nombre porque es un adjetivo que le resulta ajeno, puesto que su vida está llena de dobleces. Clara ha crecido entre dos países, entre dos culturas, entre dos lenguas.
También entre dos familias, la familia de sangre en Argentina y la que sus padres buscaron en México para reemplazar la perdida al irse. Sus primas argentinas se ríen de ella por usar tú y no vos; su padre, para su vergüenza, a menudo usa términos mexicanos.
Ella misma piensa en ambos españoles y salta de una a otro. La lengua es lo que le permite al ser humano narrar el pasado y construir la memoria. Y la lengua es de vital importancia en la novela desde el propio título, que anuncia lo que viene, una reflexión sobre las palabras y cómo a veces enmascaran y distorsionan la realidad.
Los eufemismos es una novela muy recomendable, breve en extensión, pero profunda e inteligente. Un acercamiento a esa generación de nacidos en el exilio, que ya son adultos y asisten a las ruinas que la dictadura dejó en sus familias. Un tema difícil que Ana Negri ha sabido dominar a la perfección.
Ana Negri, Los eufemismos, 2022. Firmamento. 148 páginas. 17 €