Ma Yuan, En un sendero de montaña en primavera, 1190-1225 d. C. Tinta y color sobre seda. Museo Nacional, Taipei, Taiwán

La ruta del silencio: en busca del camino sin fin

David Lorenzo Cardiel Por David Lorenzo Cardiel
8 Min lectura
La obra de Iñaki Preciado, ‘La ruta del silencio’, nos traslada, sin pretensiones teóricas, a las bases de la filosofía oriental

“Tao es la puerta”. El segundo de los grandes maestros del taoísmo, Zhuang Zi, describió con esta rotunda expresión el sentido de toda una doctrina de vida. Era el siglo IV a.C., época de los Reinos Combatientes en la Antigua China.

Por occidente, un joven príncipe llamado Alejandro, que procedía del inestable Reino de Macedonia, comenzaba a agitar Grecia y Oriente Próximo. Eran tiempos de cambio y de promesa, de dolor y de esplendor.

China se acabó convirtiendo en un Estado más o menos avenido, centralizado. Los arrogantes griegos terminarían reducidos a una provincia bajo el control del nuevo poder dominante en el Mediterráneo, Roma. Mientras tanto, las últimas reminiscencias del legado del gran Alejandro Magno, en las fronteras indias, fueron sucumbiendo al dominio bárbaro.

El sinólogo y tibetólogo Iñaki Preciado ofrece una nueva joya al legado hispanoparlante: La ruta del silencio. Viaje por los libros del Tao (Trotta). Un ensayo elocuente y muy ameno que acerca, desde una perspectiva dual europea y asiática, algunas claves esenciales de esta filosofía milenaria.

 

Iñaki Preciado, el pionero

 

Pero antes de escribir sobre el libro deseo dedicar unas palabras sobre el autor. Debemos mucho como sociedad a Iñaki Preciado (Madrid, 1941). El filósofo, especializado en el tapiz de las culturas asiáticas, fue la punta de lanza española en Pekín, en tiempos de Mao Zedong.

De China aportó traducciones directas de su literatura, en especial de sus obras fundamentales. E incansable, su mirada se posó sobre el Tíbet, lengua, costumbres y libros que estudió y aportó al haber castellano.

Este libro no ha sido escrito, en consecuencia, por un estudioso al uso. Preciado es, valga la redundancia, un apreciado sinólogo, pionero del interés moderno por Asia en la Península Ibérica. Su curtida mirada y su refinado pensamiento le han permitido traducir y escribir obras únicas. Y La ruta del silencio, tras leerla y releerla, me parece la continuación de un legado tan impetuoso como atemporal.

 

Ruta sin final

 

La ruta del silencio no es lo que parece a simple vista. Es habitual que los lectores piensen que si un libro nombra algo alejado de su conocimiento inmediato va a ser un rollo. O sea, que lo que no sale por la televisión no nos ha de gustar. Lo mismo piensa quien nunca ha probado un tartar elaborado con dedicación, el caviar de esturión o el jamón ibérico de calidad. Si sólo comemos lo que otros quieren, nunca educaremos nuestro paladar.

Pues bien, La ruta del silencio es, en primer lugar, una aproximación al taoísmo. No tanto como religión, sino como lo que fue en su origen esta doctrina: un pensamiento filosófico. En concreto, el del milenario Lao-Tse, personaje mítico por excelencia cuya existencia, como sucede con los grandes personajes, está discutida.

Lo que queda sumamente claro es que hubo alguien y dejó un legado que otros escribieron y perfeccionaron. Ese legado es el Tao, el “camino”, un sendero que pretende no sólo explicar la naturaleza de la realidad última, sino facilitar lecciones de vida.

Así ha sido asimilado en su legado milenario entre la población, de hecho. Hoy en día, el taoísmo es fe y es también un modo de estar en el mundo. ¿A quién no le suena lo del “yin” y el “yang”? El imaginario del Occidente moderno se nutre de unos principios que sólo en parte tienen que ver con lo que aparentan.

Del equilibrio de lo “yin” y de lo “yang” se alcanza el Tao. O más bien, se participa de él. Una dualidad de la que a este lado del orbe se ha despojado de su sentido final. Un destino que es la “nada”. Pero no un vacío cualquiera, sino uno repleto de génesis, de posibilidad. De vida.

 

Un libro (y una mirada) vitalista

 

Iñaki Preciado enfoca el ensayo apoyándose en las ideas europeas. Logra con rigor trazar paralelismos interesantes, algunos de ellos, trascendentes. Por ejemplo, al relacionar a Heráclito de Éfeso y su logos, la palabra, con el peso de la misma en el taoísmo.

El lenguaje es un vehículo imperfecto que no refleja el verdadero Tao, que no puede expresarse con carcasas vacías. Otro filósofo que deambula entre las páginas, entre multitud de diversas voces, es Schopenhauer.

El alemán situó la “voluntad” en el núcleo de todo lo existente, de los fenómenos mismos, como una fuerza viva. Aquel idealismo, que marcó una corriente de gran influencia en el viejo continente, emparenta con las filosofías orientales que conoció suficientemente bien.

La “nada” del Tao está llena de posibilidad de existencia. Los «diez mil seres» que se nombran en el Tao Te Ching, es decir, todas las cosas, emanan de él.

El autor va trenzando breves capítulos invitándonos a recorrer un viaje. Así nos lo presenta a lo largo de las partes del libro. Un camino que, al principio, parece sinuoso, complicado de digerir. Incluso se nos presenta como un laberinto.

Pero poco a poco, de la mano de Preciado, de Kant, de Cioran y de tantos otros compañeros de travesía, encontramos la senda. Y esa senda comienza y termina en una puerta. Un descubrimiento cuya verdad depende de cómo deseamos mirarla.

 

Belleza de tinta y papel

 

En esa serena búsqueda por la perfección imperfecta que implica el estudio del Tao, Iñaki Preciado consigue escribir un libro fascinante. Ante todo, porque no se ciñe a impartir una clase magistral, sino que con un tono amable y en breves intervalos relaciona ideas universales.

De esta manera, nuestra vida cotidiana se ve reflejada a lo largo de las páginas. Y, mientras tanto, el lector puede extraer conocimientos que, a su vez, le sirvan para ampliar su mirada.

La buena filosofía es, reducida, psicología, y La ruta del silencio tiene mucha vocación de esta última ciencia. Sin perseguir sustituir ni desdecir opinión profesional ninguna, el libro ofrece propuestas vitales que, a mi juicio, son inspiración para la mente juiciosa.

En definitiva, La ruta del silencio combina el mejor legado ensayístico con una mirada filosófica mimada y una aportación valiosa al acervo de los lectores. Un nuevo acierto de Trotta en su impagable empeño por enriquecer el saber cultural hispánico. No se pierdan esta maravilla. Les deleitará y enamorará.

 

La ruta del silencio - Iñaki Preciado - Trotta - Cubierta - Trotta
Cubierta de ‘La ruta del silencio’ de Iñaki Preciado

 

 

Iñaki Preciado, La ruta del silencio. Viaje por los libros del Tao, 2022. Trotta. 344 páginas. 26 €

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Filósofo y escritor. Columnista y crítico literario. A través de sus libros y artículos compagina reflexión y pensamiento desde una mirada filosófica y crítica.